Aprendizaje basado en competencias

El inicio de la era digital propició a que la sociedad comience a reclamar nuevas competencias de los profesionales, exigiéndoseles que cuenten además, con un dominio de destrezas y habilidades específicas de su área. 

Esas competencias deberán adquirirlas en el ámbito profesional o desarrollarlas en el ámbito académico previo al laboral. 

Al desarrollar competencias es sumamente importante tener en cuenta democráticamente, la opinión de nuestras sociedades. 

Si existe el compromiso concreto por desarrollar competencias centradas en las demandas del siglo XXI, estaremos mejor capacitados para afrontar los desafíos de la sociedad del conocimiento. 

El Aprendizaje Basado en Competencias establece las características personales necesarias para el mundo actual y que, como es lógico, no pueden ser únicamente determinadas por las universidades sin la consulta y participación de las entidades laborales y profesionales. 

En lo que al nivel universitario respecta, las nuevas políticas institucionales están pautadas para emprender una dirección hacia el aprendizaje evaluado y basado en competencias. De ahí que en muchas universidades se encuentren rediseñando los contenidos ofertados a partir de nuevos perfiles académico-profesionales que incluyen una gama de competencias alineadas a las nuevas demandas de la sociedad del conocimiento. 

Estas competencias se refieren al desempeño individual que cada uno de nosotros puede lograr en determinados contextos basados en la integración y activación de conocimiento, normas, técnicas, procedimientos, habilidades y destrezas, actitudes y valores. 

Cuanto más avancen la ciencia, el conocimiento, la investigación y la tecnología, mayor será la diferencia que se establece entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo, respecto de los países menos avanzados.